El complicado sistema vocálico del
inglés es uno de los retos más exigentes a los que se tiene que enfrentar el
estudiante de esta maravillosa lengua. El inglés cuenta con nada más y nada
menos que doce fonemas vocálicos en su repertorio fonólogico (el número varía
según la variedad; en esta serie tomaremos como referente la Received Pronunciation, que es la
pronunciación estándar de Inglaterra, aunque mencionaremos muy a menudo otras
variedades importantes como el General
American), algo que puede parecer disparatado para alguien que ha crecido
con una lengua como el español, en la cual solo existen cinco vocales. No vamos
a negar que la pronunciación inglesa es difícil para nosotros los
castellanohablantes; por ello, hay que meterle muchas horas y estudiar duro.
Bien, para comenzar vamos a presentar
las tres características que nos ayudan a describir la calidad sonora de una
vocal.
En primer lugar, podemos hablar de
la altura de las vocales. Este rasgo
nos explica cuán próxima está la lengua al paladar a la hora de producir una
determinada vocal: cuando la lengua se sitúa muy cerca del paladar, hablamos de
vocales cerradas; por el contrario,
cuando esta está muy alejada del paladar, hablamos de vocales abiertas. La i y la u castellanas son ejemplos de vocales
cerradas, mientras que la a castellana es una vocal abierta. Reparad en que
cuanto más baja la lengua, más cae la mandíbula inferior. Así, cuando decimos más nuestra mandíbula inferior está más
baja que cuando decimos mi.
En segundo lugar, las vocales se
pueden clasificar según su localización;
es decir, según el adelantamiento o el retraso de la lengua en la boca. En las vocales anteriores, la lengua está muy
adelante, tocando los dientes inferiores; en las vocales posteriores, en cambio, la lengua se retrae y el dorso se
aproxima al velo del paladar. La i y la e castellanas son vocales anteriores, y
la o y la u castellanas son vocales posteriores.
Finalmente, las vocales pueden ser redondeadas o no redondeadas, según los labios formen un círculo o no,
respectivamente. Dicho esto, la u en castellano es redondeada, pero la e no.
Ahora que ya hemos comentado
brevemente qué estrategias se emplean para la descripción de un sonido
vocálico, vamos a estudiar el esquema vocálico del IPA (International Phonetic
Alphabet), que nos presenta gráficamente las vocales de todas las lenguas del
mundo según las tres características que hemos mencionado antes.
Como podemos observar, las vocales
posteriores se sitúan en la parte derecha del esquema. Por otra parte, cuanto
más alta es una vocal, más arriba aparece. Además, en las parejas la vocal de
la derecha es la redondeada.
Ya os habréis dado cuenta de que
cada vocal se representa mediante un símbolo diferente, que no siempre coincide
con una letra del abecedario latino. Así, la vocal en la palabra inglesa cat no se representa en el IPA mediante
la letra a, si no que para ello se
emplea el símbolo æ. Esta serie tiene como fin, a parte de dar a conocer los
sonidos vocálicos del inglés, familiarizarnos con los símbolos que se utilizan
para representarlos.
Para acabar esta primera entrada
sobre las vocales del inglés me gustaría dejar claro algo importante: la
fonología de las lenguas es algo discreto. Por ello, aunque los sonidos
vocálicos (que escribiremos entre corchetes) que podamos producir los humanos
sea un continuo, en las lenguas estos aparecen como unidades discretas,
llamadas fonemas (que escribiremos entre barras). Dicho más fácil: aunque tú y
yo no pronunciemos de la misma manera la vocal de la palabra ver (tal vez tú coloques la lengua más
próxima al paladar, produciendo algo parecido a [e], mientras
que en mi caso la lengua baja más, hasta un sonido cercano a [ɛ]), los
dos (y cualquier hablante del castellano) no tendremos ninguna duda de que
ambos pronunciamos una /e/, precisamente porque nuestro oído ha aprendido a
ignorar las diferencias que en nuestra lengua no son relevantes. En francés, en
cambio, pronunciar /e/ o /ɛ/ en una palabra puede cambiar su
significado, pues en esta lengua /e/ y /ɛ/ son fonemas diferentes. Y es
que, al fin y al cabo, la fonología es la organización en nuestra mente de los
sonidos que los humanos somos capaces de producir. Por ello, alguien cuya
lengua nativa es el español tiende a identificar los fonemas /iː/ o /ɪ/ del inglés como uno solo, porque en
su mente ambos sonidos configuran un único fonema, la vocal /i/.
En
la siguiente parte de esta serie comenzaremos ya a describir las vocales del
inglés y a trabajar en su pronunciación. Espero que esta introducción os sirva
de ayuda para entender mejor las siguientes entregas.
¡HASTA LA VISTA!